Es difícil no temer a los monos después de ser perseguidos por un grupo de monos macacos a la tierna edad de siete años y, de nuevo a la edad de 20, quedar atrapado en un baño por un gran macho esperándome pacientemente afuera de la puerta. No hace falta decir que me han traumatizado los monos y he tenido miedo por ellos toda mi vida. Así que pueden imaginarse el día que llegué al Toucan Rescue Ranch para ver monos araña adultos. Estaba bastante sorprendido y muy nervioso. Pasaron algunas semanas y me armé de valor para comenzar a ayudar con la alimentación de los monos araña por la mañana y por la tarde. Si me acercaba un poco, tanto Izzy como Noelia se acercarían y agarrarían mechones de cabello, llevándose mi dignidad con él. En esta etapa estaba decidido a vencer mi miedo y decidí que trabajaría lentamente para ganarme su confianza. Por las tardes, les tomaba golosinas y después de un tiempo empezaron a animarse conmigo, Izzy en particular. Ahora estoy en el punto en el que Izzy anticipará mi llegada al recinto y bajará a saludarme, siguiéndome mientras yo gestiono su alimentación y cuidado. He aprendido que los monos araña son muy inteligentes y pueden sentir miedo en las personas. A medida que mi miedo desapareció, el vínculo entre nosotros creció y estoy muy agradecido por haber tenido este momento especial con ella aquí en el Rancho.

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Por la ex voluntaria Talia Harris | ¡Lea más sobre las experiencias de los voluntarios suscribiéndose a nuestro boletín!