Naturaleza viva. En su forma más pura. Es Pura Vida. Es Costa Rica. Es estar en conexión plena con el ambiente. El ambiente entero. Es recibir estímulos. Por todos los sentidos.
Es vivir en La Granja. La Finca. La Selva. Donde el azul del cielo solo el verde lo intersecta. Aislado del resto del mundo pero rodeado de un mundo de posibilidades. Me levanto cada día con el canto de una nueva ave y me acuesto con la visión de un nuevo Gecko. Nos visitan periódicamente los monos capuchinos y nos acompañan más frecuentemente los aullidos de los congo. Por las noches, el croar de las ranas es constante, mientras al caminar tratas de no pisar algún sapo. Las ramas de los árboles se mueven con los saltos de una martilla e incluso te puedes sorprender con la presencia de un caimán cruzando el río. Lleno mi cámara con las imágenes que mi retina no deja de captar. Siento que puedo encontrar toda la biodiversidad del país sin salir de la parcela. Me levanto cada día para alimentar a los animales con los que trabajo. Hacer enriquecimientos, entrenamientos, tratamientos. Ver su evolución. Con un propósito, un fin. El esfuerzo y las mojaduras tienen un significado mientras ellos puedan volver a ser salvajes. Trato mayormente con tucanes, loras y perezosos. Especies que, sorprendente y maravillosamente, son tan visibles en los recintos que cuidamos como en los árboles que los rodean. Animales que llegan por diferentes motivos: electrocuciones, atropellos, mascotas ilegales… Animales que se ven afectados y amenazados por las consecuencias de actos humanos. Animales a los que tratamos de alargarles la vida para que vuelvan al lugar que pertenecen.
Pero trabajar en silencio no es suficiente. La sociedad necesita saber, conocer, ver, entender. Comprender los efectos que provoca agarrar un animal de su medio o construir infraestructuras que fragmentan su hábitat. Es por ello que a las personas que conozco les cuento lo que hago. Por ello organizo actividades con las escuelas del vecindario. Por ello escribo en un idioma que luego puedan compartir a amigos de la zona. Blogs como éste, una página web o una red social son también necesarios.
Sarapiquí no es solo un trabajo es un estilo de vida. Es calidad de vida. Es respirar aire puro. Es caminar bajo los rayos del sol y las gotas de lluvia. Es sentirse libre. Así es como debe ser y como debe seguir. Para que otros puedan ver y sentir lo que yo estoy viviendo.
Sarapiquí es naturaleza. Naturaleza viva. Es Pura Vida. Es Costa Rica. Y que así siga siendo.
Blog and photos by Release Site Animal Specialist, Sara Ferreiro Carballal